martes, 26 de octubre de 2010

¿Educación con calidad?

Mucho se ha dicho sobre el tema educativo en México, pero hoy no quisiera escribir sobre criticas peyorativas como algunos opinadores del tema lo hacen. Trataré de hacer una reflexión sobre cuál es el modelos que podemos obtener y trabajar los mexicanos en cuanto al tema educativo.

Primero que nada, deberíamos tener en cuenta, que la educación del sujeto no inicia en las escuelas (públicas ó privadas), ésta inicia desde temprana edad en el seno familiar. La segunda parte de la educación es en la sociedad, el entorno directo se vuelve parte del proceso educativo. Y la tercera parte es la formal, aquella en la cual un especialista en el conocimiento universal te ayuda a asimilar el mundo en el que te mueves.

Luego pues el sujeto a determinada edad tendrá la capacidad para desarrollar lo aprehendido en las diversas etapas de su vida temprana.
La sociedad mexicana reproduce el mismo esquema social, sin embargo, parece que solo nos quedamos en eso en reproducir. Sin llegar a ser conscientes todos los individuos del proceso importante que se tiene al educar. La sociedad para una armonosia convivencia, debe establecer limites y normas que serán aprehendidas como forma educativa en el sujeto.

La degradación social que actualmente se tiene en México se debe a diversos factores, sin embargo se puede asegurar que la educación es un factor esencial para que la sociedad evite degradarse moral y humanamente. La falata de una visión estrátegica en al calidad educativa en todos sus aspectos y etapas, ha desembocado en tener grandes hordas de jóvenes que modernamente son llamados NI-NI. (Ni estudian Ni trabajan)

Pero, ¿a qué se deberá que no trabajen? ¿A qué no estudien? Desde mi punto de vista como jóven egresado de la universidad pública en México, creo que por mucho tiempo nuestra sociedad nos forma la idea de siempre lucrar para mi propio beneficio con mi profesión; sin importar si tengo la vocación específica a ejercer. Así pues, miles de jóvenes no acceden a universidades por querer ocupar puestos donde la demanda sigue siendo poca, simplemente por la idea de querer ejercer una profesión sin saber la verdadera vocación. O del otro lado del espejo, egresados de diversas disciplinas, que no ejercen su carrera profesional debido a que el sistema económico no permite el desarrollo de dichas profesiones.

La idea del desarrollo express nos apresura en tener nuevos grupos de jóvenes ansiosos de devorar el mercado laboral sin contar con estudios, ó de salir con estudios sin experiencia laboral.
Ante este panorama la educación debe desarrollarse a plena consciencia. No todos nacen para desarrollar la misma profesión, y ninguna profesión laboralmente es mejor que la otra. A unos se les dá el desarrollo intelectual, a otros el psicomotriz, a otros el físico, etc. Todos deben en su momento aprender a utilizar con determinada precisión la capacidad que tiene y ponerla al servicio de la comunidad. Y ésta noble tarea no es de la educación formal, hablese de escuelas. Sino de la sociedad. Otorgar al jóven y al adolescente los espacios necesarios (inclusive laborales) antes de determinar que profesión deberán elegir, y saber si tienen la vocación, la cual no solo les ayudará a ellos, sino a la comunidad en general.

Ó Usted ¿qué opina?

Hasta la próxima.

sábado, 9 de octubre de 2010

Una ética de lessa humanidad.

Gitano que fue sometido a experimentos por alemanes nazis.



Hace un par de días, la Secretaría de Estado norteamericano junto con su similar de Salud, expresaron su más sentido pesar hacia el gobierno guatemalteco que encabeza el presidente Álvaro Colom; por las acciones que desarrolló el gobierno estadounidense durante la década de los cuarentas en ése país centroamericano, al aplicar dósis que desarrollaron enfermedades venéreas en pacientes de hospitales psiquiatricos, presos y soldados.

Tal noticia me puso a reflexionar, sobre aquel uso de la ciencia para el bien común, pero que a su vez ocupa del 'sacrificio' de los débiles para enriquecer a los fuertes. Si nos situamos en el contexto histórico tendremos claramente definido que el razonamiento de una bioética responsable aún no estaba desarrollada y asimilada por los distintos actores mundiales. Sin embargo, el hecho de que se ignore la responsabilidad global, no nos excente de hacer una reflexión de actos del pasado, para ponerlos en la mesa del presente y evitar realizarlos en el futuro.

La acción de probar curas medicinales en pacientes que 'socialmente' no pueden ser considerados útiles, no es y no debe ser permitida por nadie en el planeta. Y es que el hecho de utilizar seres humanos para fines científicos es un tema que se ha polemizado. ¿Hasta que situación se nos permite hacer el bien común por costa de unos cuantos? El razonamiento que tenemos los seres humanos es una característica que nos distingue de los demas seres vivos. En las ordas de animales, siempre los débiles y enfermos se sacrifican para dar paso al ciclo de la vida y que los fuertes continuen la existencia de su clan. Sé de antemano que no podemos comparar a la humanidad con los animales, sin embargo de igual o similar manera la superviviencia de los seres humanos se maneja casi parecido.

Pero cuidad de guiarnos con este argumento. Una cosa es que la propia naturaleza del ser humano dé paso a una humanidad más fuerte; y otra que el mismo ser humano a costa de su supervivencia decida sacrificar su propia especie. ¿Será acaso que somos la única especie que se hace daño a sí mismo? ¿Por qué?

Hans Küng, un teologo europeo, en la misma línea de los promotores de la ética, nos invita a tener una responsabilidad global, que trastoque todas las esferas de desarrollo de la vida del ser humano. Nos invita a tener una ética de responsabilidad mundial. Bajo este argumento, le tesis suena interesante, porque de entrada deberá llegar a escenarios que abarquen desde lo económico hasta lo social, pasando por la ciencia y la educación.

El daño cometido hacia la humanidad puede afectar en un poco tiempo a todo el conjunto. Infectar de enfermedades a personas vulnerables para experimentar con los medicamentos, no es cosa del pasado y no será exclusividad del presente. Pues aún hoy con un grado de conciencia, siempre habrá personas débilmente vulnerables que serán utilizadas para aplicar nuevos conocimientos científicos. Luego entonces ¿qué nos queda?

Sería difícil argumentar y tomar una posición clara y tajante sobre lo que se debe y no se debe hacer. Pero lo que si nos corresponde a todos como sociedad globlal, es tomar conciencia de lo que deseamos y de lo que queremos; además de asumir con una ética de responsabilidad mundial las consecuencias a las cuales nuestros actos nos llevan.

Siempre construir una mejor sociedad humana, aunque en un tiempo después tengamos el valor de reconocer que hemos fallado.