viernes, 8 de enero de 2010

¿Llegaron para quedarse?

Este nuevo año 2010 los ayuntamientos del Estado de Coahuila cambian de administración. Con un antecedente de 30 ayuntamientos para el PRI de 38 que tiene la entidad; el partido de la Revolución Institucional se colocó a la cabeza del partidismo político dentro del Estado.

En el caso de San Pedro de las Colonias fue de particular importancia. Este municipio ha sido parte fundamental de la provisión agrícola en la Comarca Lagunera. Sin embargo de los cinco municipios que conforman la Región Lagunera de Coahuila, desde hace 7 años hubo un cambio en la geografía política de ésta región. Torreón (su principal ciudad) y San Pedro (principal centro agrícola) optaron por cambiar años de regimiento priista por el PAN (en el caso de Torreón) y por el PRD (en el caso de San Pedro).

Pareciera que esta desición de la ciudadanía por elegir democráticamente a su partido gobernante, fue el acabase de la presencia partidista del PAN y del PRD en lo sucesivo. En 2005 el gobierno del Estado reafirma su confianza al PRI, con el Prof. Humberto Moreira. En los primeros cuatro años de su gobierno estatal, la población de Torreón y de San Pedro sufren los castigos y sanciones de parte del gobierno estatal, por haber elegido ayuntamientos opuestos al régimen moreirista. En Octubre del año pasado, hay elecciones para presidentes, el PRI ganá despues de 7 años en ambos municpios. Recuperando a toda la comarca lagunera, sus 5 ayuntamientos, su 7 diputaciones locales, y sus 3 diputados federales, el revolucionario institucional se llevó carro completo en la región lagunera de Coahuila.

El caso de este comentario va para el municipio de San Pedro. Sin importar si está el PRI o el PRD en este ayuntamiento lagunero, lo interesantes es que desde hace doce años los presidentes municipales tiene una caracteristica particular, el apéido y su linaje es de ascendencia árabe.
Con la llegada de Jorge Abdala Dabdoub en 1997 por respaldo del PRI, los dueños del poder económico en el muncipio, hostentan ahora el poder político; por retiro de enfermedad y en relevo político a Abdala (padre) lo sustituye José Giacomán, otro heredero de una familia de origen palestino en la comarca lagunera. En el año 2000 Francisco Bilbao Marcos (de descendencia árabe-española) ocupa la alcaldía municipal. En el 2003 Emilio Bichara Wong (de ascendencia árabe china) secunda el puesto, no solo como cuarto munícipe de ascendencia extranjera, sino como primer presidente en la historia del municipio respaldado por el Partido de la Revolución Democrática. En el 2004 Arturo Babún (de ascendencia libanesa) y respaldado por el PRD sigue a la cabeza del ayuntamiento, colocándolo como el primer presidente municipal del ayuntamiento de menor edad, con tan solo 24 años. El año pasado en octubre del 2009, la ciudadanía elige entre un candidato de raíces mexicanas y uno de ascendencia árabe, eligiendo al segundo. Jorge Abdala (hijo) comerciante y terrateniente próspero de la región, postulado por el PRI, ganá con el respaldo de la ciudadanía la Presidencia Municipal.

Este recorrido histórico tiene varias lecturas. La primera la podemos hacer desde el punto de vista del poder. En la sociedad hay tres figuras poderosas; el que liderea el poder económico, el poder Insituciona (político) y el poder Idelógico (moral). El primero en una localidad puede ser indentificado fácilmente, y esa persona son ó es el comerciante más fuerte económicamente hablando. En el segundo puesto tenemos al presidente municipal. Y en el tercer puesto lo debatimos entre la autoridad religiosa (en este caso la Iglesia) ó la autoridad moral civil (en este caso los que educan, maestros, universidades). En un municipio de menor tamaño como lo es San Pedro solo hay tres figuras claras, el Señor Cura de la parroquia de San Pedro Apóstol; el Presidente ahora en turno: Jorge Abdala y el peso comercial y económico de los Wong, Babún, Bilbao y Abdala.

Si el presidente del municipio hostenta doble poder, lo convierte en un sujeto dentro de la sociedad con capacidaes coercitivas de alto rango. A esto le añadimos que tiene el respaldo del partido polítco que controla el Estado, Jorge Abdala (hijo) se presenta ante la ciudadanía sanpetrina como un actor clave para el desarrollo ó el deterioro de este municipio.

Otra lectura a ésta elección popular, es como el pueblo ya sea consciente o inconscientemente en lo que va de 12 años sigue eligiendo a gente relacionada con el poder económico para que también los gobierne con el poder político. Solo porque no puede elegir a las autoridades religiosas, sino no nos sorprendería tener como parroco del pueblo a alguien de apeído extranjero. Lo cierto es que pareciera que lo que viene de fuera sigue convenciendo a lo que se produce adentro. ¿Acaso será que la ciudanía sanpetrina está desilusionada de sus políticos de origen mexicano que una vez colocándolos en altos puestos federales se vieron abandonados?

Usted que opina.... ánimo en todo....

lunes, 4 de enero de 2010

Al mirar sus desiertos y sus montañas



Hoy rendimos un tributo a Coahuila, así comienza el poeta el loable himno de éste Estado del norte del país. El norte de México se caracteriza por la rudeza de su clima, veranos muy cálidos e inviernos demasiados fríos. Castigada esta región por la ausencia del sagrado llanto de los dioses, pero bendecida por la riqueza de su suelo, así pues el norte mexicano abre sus puertas a todo visitante y viajero.

Nací aquí en un oasis justo a la entrada del inmenso desierto coahuilense. A orillas del 'Nilo mexicano'
, tal como se le conoce al río Nazas, cuyas aguas bajadas de la sierra madre occidental dan vida al desierto coahuilense. De aquí soy, de esta tierra que vio nacer a grandes personas ilustres, de este clima que forjo el carácter de una sociedad trabajadora, de una tierra que es fértil en la amabilidad y la franqueza de su gente.


Desde pequeño, tuve la oportunidad de realizar viajes por todo mi Estado. Pero hay un trayecto el que me me deja siempre con el espíritu fortalecido, me refiero a la ruta del desierto a la montaña. Para el novato viajero que se adentra a la tierra de gigantes, existe un recorrido que mostrará a los viajeros la rudeza del clima y la amabilidad de su gente. Nuestro recorrido inicia en Arteaga, municipio al extremo sureste del Estado, próximo a la ciudad de Saltillo. A la falda de la Sierra Madre Oriental, la población de Arteaga se mantiene ahí, quieta, tranquila y hermética, como si el duro frío invernal provocado por sus constantes nevadas y su bosques de pino y de oyamel, fueran testigos mudos de la fortaleza de sus habitantes.

Al despedirnos de Arteaga, Saltillo recibe al viajero con su ordenado crecimiento urbano. Capital del Estado, la ciudad otorga bellezas coloniales a su huéspedes. En la capital el acelerado ritmo urbano se entremezcla con la tranquilidad de sus habitantes. Las botas y las tejanas son un atuendo típico de el saltillense. Sus sarapes reconocidos internacionalmente, hacen presencia de la herencia folclorica que los primeros pobladores tlaxcaltecas dejaron en estas tierras. Su gran museo del desierto, su museo de las aves, la catedral de Santiago custodiados por la sierra del Zapalinamé, hacen de Saltillo un digno lugar al pie de las Montañas.

Siguiendo nuestro rumbo hacia donde el sol de pone, cruzamos el Valle de Santiago de la Nueva Tlaxcala para adentrarnos al Gran Cañón de Rincón Colorado, en el municipio de General Cepeda. Aquí nos reciben los 'Gigantes de Coahuila' el único lugar de México que alberga la comunidad más amplía de dinosaurios. Sus estructuras óseas son testigos mudos de la vida milenaria por el norte del país.

Al dejar Rincón Colorado, nor recibe la dureza y áspera cara del desierto coahuilense. Kilómetros enteros de arena, matorral y un sol agobiante hacen parecer difícil el camino del viajero. Se añoran esos vientos frescos de la sierra de Arteaga, esa fácilidad de vida de Saltillo y ese vaso de agua que el habitante de Cepada dan al viajero. Parece que en medio del desierto no se ve nada, no hay nada no tiene vida nada. Sin embargo a la entrada del desierto de la Paila, se entreve una comunidad robusta de árboles.

Pareciera ser un espejismo sútil que el desierto ofrece a sus vistantes, pero es real. Un oasis se presenta ante el viajero, un lugar de descanso, de sombre y sobre todo de Vida. El oasis se llama Parras de la Fuente. Con sus grandes manantiales, Parras no solo da alienta el camino del viajero, sino que da vida a una región desde hace muchos años. Su fruto de dátiles, higos, nueces y uvas se convierten en un regalo de los dioses. Manjares exquisitos Parras de la Fuente ofrece al huésped.

Una vez retomadas las fuerzas a mitad del viaje; retomamos el camino rumbo a donde se oculta el sol. Salimos del oasis para adentrarnos nuevamente al desierto coahuilense. Nuestro destino, San Pedro de las Colonias, 'cuna de la revolución mexicana'. El milagro del desierto, el nilo mexicano. En la inmensidad del desierto aflora San Pedro, una ciudad de mediano tamaño. Pueblo fantasma que procrea en su interior una vida constante. Fértil tierra en la aridez del desierto, no por algo fue considerado por más de 50 años la capital mundial del algodón. Aquí en San Pedro, Francisco I. Madero reside sus años de esfuerzo y de lucha familiar, en su pequeña propiedad hacendaria del desierto, escribe su libro 'La Sucesión Presidencial' sustento y base de la actual democracia que no rige a la nación. Aquí se desato el 14 de Abril de 1914 la batalla más cruel de la Revolución Mexicana, dando un triunfo incontundible a los 'Dorados de Chihuahua' comandados por Francisco Villa y Pedro V. Rodríguez Triana, dando inció a la derrota de los federales huertistas.
Así pues San Pedro recibe al viajero con sus 134 años de historia, así San Pedro con la dureza de su clima pero con la bonanza de su tierra da abrigo y cobijo a cuanto peregrino pase.

Siguiendo nuestro camino hacia donde el sol se oculta, nos topamos con Matamoros de la Laguna, de donde se nos divisa el desierto de Viesca y su población antigua de esta región; los matamorenses y su enormes cultivos de melón y de sandía dan frescura a la boca sedienta del viajero. Incluso Benito Juárez fue hospedad en su huida en este municipio, quedando aquí los poderes de la presidencia de la República por un corto tiempo. Con su hortalizas del desierto y las constantes arenas que provienen de las duna de Bilbao, seguimos hacia el ultimo destino de este recorrido: La Perla de La Laguna.

Al pasar el desierto arenoso y las fértiles tierras a la rivera del nilo mexicano, llegamos al desierto de piedra. Y al cruzar una pequeña serranía, el Cristo de las Noas abre sus brazos a todo viajero. Colocado en la parte alta del cerro de las Noas, este Cristo da latido al corazón de la ciudad de Torreón. Enorme ciudad industrial y el ajetreo constante de su ruido urbano, la perla de la laguna, como se le conoce, hace que el viajero descanse ante todas las comodidades, modernas que el hombre ha creado.

Aquí Torreón se convierte no solo en la Perla de la Laguna sino en la ciudad industrial más importante del Estado y del centro norte del país. El torreonense es pues el reflejo del lagunero, con su hospitalidad matamorense, su fortaleza sanpetrina, su historia viesquense, su vida maderense y calidez torreonense hacen que el recorrido del viajero termine aquí, después de 298 kilómetros de recorrido.

Ahora sí puedo decir, lo que el poeta sigue cantando en su himno...

'Al mirar sus desiertos y montañas,
escenario del esfuerzo creador,
surge el nombre de los hombres y mujeres,
que forjaron con valor esta nación....'


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