domingo, 29 de agosto de 2010

Con el tiempo entendí.

Han pasado algunos años,

para unos más, para otros menos;

sin embargo, el tiempo me ha dejado

la enseñanza de saber que solo el tiempo

hace comprenderlo todo.

Con el tiempo entonces entedí

que la tristeza es pasajera, porque antecede a la alegría.

Con el tiempo comprendí que tu ausencia física

nunca fue ausencia, solo paso a estar en otro nivel mucho mejor,

donde nunca desapareces, aquí en mi corazón.

Con el tiempo aprendí que una experiencia cotidiana y humana

te enseña más que mil libros leídos;

con el tiempo entedí que la sabiduría de la vida

es más simple que toda la epistemología estudiada.

Con el tiempo entendí que el amor es como la gota que rompe la roca,

es paciente, comprensivo y se dona por completo.

Con el tiempo comprendí que lo que me hace feliz

es compartirte un poco de mí.

Con el tiempo comprendí que la mejor amistad es

la que perdura aún bajo las distancias físicas.

Con el tiempo corrí de aquí hacia allá, camine de allá para acá,

pero solo con el tiempo comprendí, que hice camino al moverme de aquí.

Con el tiempo comprendí que una sonrisa te abre miles de corazones,

y que un desplante, difícilmente regresa al Otro que se fue.

Con el tiempo aprendí que a Dios no se le encapsula en un templo,

sino que vive perennemente en quien busca y ama la Verdad.

Con el tiempo comprendí la razón que tenían mis padres,

al protejerme con un amor tan noble.

Con el tiempo entendí que si no estás a mí lado

es porque algo falló en mí, sin embargo

comprendí que tal vez no era el momento de vivirlo junto a tí.

Con el tiempo he entendido muchas cosas, y aún me queda algo por vivir,

y con el tiempo, tal vez solo con el tiempo, comprenda que esto no terminó aquí.

Javier Suresh.

viernes, 27 de agosto de 2010

Puedo sentir eso que tú sientes.

Tú presencia me inquieta,
me ata, me mueve, me tranquiliza.
Hoy te veo y siento tu sonrisa,
converso contigo y el silencio de los dos me fascina;
hoy estás mí lado, me tocas, me acaricias, me haces tuyo.
Sé que es riesgoso dejar vivir lo que siento,
pero más peligroso sería callarme todo esto que llevo dentro...

Dos mundos opuestos son nuestras vidas,
sin embargo, hay algo que nos hipnotiza,
que nos hace pensar, reflexonar y nos compromete...
eso que sientes adentro vibrar
¿sabes?
puede ser fuego, pasión, deseo, cariño
pero creo con firme convicción
que es solo eso que tú por mí sientes....


Alberto Suresh.

jueves, 26 de agosto de 2010

Urge una proyecto de nación en una generación nueva.


Hace un par de días se dió a conocer un número estadístico que refleja el panorama que vivímos los jóvenes de México. Las cifras del último conteo del INEGI [2005] con base a apróximaciones confirman que alrededor de 7 millones de jóvenes entre 15 y 30 años ni estudian, ni trabajan. La UNAM, acota la cifra diciendo que 400 mil jóvenes en el marco estudiantil de licenciatura, entre 18 y 24 años tampoco estudian ni trabajan.


Cifras más, cifras menos que nos pueden o no, distraer en la realidad en la que estamos inmersas. Lo alarmante no es la cantidad, sino el escenario de oportunidades que se presenta. Y esto es responsabilidad de una sociedad que es pasiva y en cierto sentido apática. Tan cerca de una fecha en la cuál la nación festeja sus 200 años de autonomía política, y en al cuál conmemoramos otras festividades de reelaboración de lo que entendemos por un proyecto de nación, no viene a mal la realidad en que vivimos.


Y no me refiero a aplaudir la situación en la que estamos inmersos hoy en día. Al contrario creo que es un momento propicio para reeplantearnos ese proyecto de nación que deseamos tener. Dejar aún lado esas viejas estructuras que nos condicionan como sociedad a actuar. En los últimos foros internacionales, me he percatado que los países, pueblos ó naciones que más se desarrollan, son aquellos que están dispuestos al cambio y al cambio rápido. En México, nos encontramos ante diversas instituciones que se mueven en un sacralismo intocable, en la cuál aún como sociedad nos cuesta tocarlas, cambiarlas y adaptarlas.


Por un lado tenemos la institución política que por más de 500 años, y me refiero desde el encuentro de las dos culturas, la europea y la amerindia; se nos ha impuesto y adaptado a instituciones que son intocables. En algunos casos la idea viene de arriba hacia abajo, ordenándonos con garrotazo lo que se debe hacer y lo que no; y por otro lado de abajo hacia arriba, dónde la sociedad se 'arrana' en el conformismo y paternalismo de un Estado benefactor. Y esto que es parte de nuestra formación sociocultural nos da pie a reflexionar ese proyecto de nación que ahora nos reeplanteamos.


Si bien, en nuestro país existe la diversidad de creencias, credos e ideologías, hay que retomar esa institución sacralizada que por muchos años ha intervenido en nuestra sociedad: me refiero a la Iglesia católica, apostólica y romana. Hoy en día pareciera que también la religión como institución se replantea y más por las nuevas generaciones.


La sociedad en sus diversas instituciones como la familia, la escuela, los mercados, toman también un nuevo rubro de comportamiento. Y esto a que los jóvenes hoy en día a pesar de no estudiar y no trabajar se mueven. Su dinamismo biológico y psíquico esta cimbrando los viejos marcos institucionales en los cuales México se ha asentado.


¿Son los jóvenes mexicanos más apolíticos hoy en día? ¿Son menos religiosos y/ó espirituales? ¿Acaso ya no forman instituciones sólidas como antaño?


Al contrario, hoy en día percibo a la juventud mexicana más comprometida que antes. Es una nueva sociedad que se mueve con el conocimiento de los medios informáticos. Se comprometen con las formas de organización, pero rechazan aquellos elementos políticos que hoy nos tienen excluídos. Creen y son más espirituales que muchos jerarcas, pero realizan nuevas formas de manifestación religiosa. Forman nuevas células sociales, aprenden y se educan en diversos ágoras de la sociedad y se venden -en el buen sentido- ante quién valore sus aptitudes y trabajo.


Entonces ¿qué está fallando? Es complejo buscar culpables, y creo que como mexicanos se nos hace muy fácil culpar de algo, o sentirnos merecedores de algo. Un proyecto de nación lo hacemos todos y lo hechamos andar todos. Sería bueno que los que tienen el mando en las diversas instituciones de la sociedad mexicana, se pusieran a replantear por primera vez a escuchar está nueva generación que desea tomar participación, ó de lo contrario tarde que temprano se verá en la obligación de reeplantearse y tal vez eso sea para mal de ellos mismos.


Acercándose los festejos de los 200 años de autonomía política, en el marco de los 185 años de las Leyes de Reforma y a 100 años de la creación de instituciones democráticas y sociales, será bueno que como individuos nos preguntemos ¿Qué deseo yo para mi país? ¿Con qué elementos cuento para salir adelante? Todo crecimiento y cambio implica un sacrificio, y tal vez por ahí debamos empezar a ser conscientes, a dejar las viejas usanzas de un Estado Paternalista, de una Relgión ordenatoria y de una sociedad muy cómoda.


Somos 7 millones de jóvenes, tal vez más tal vez menos... y hay nuevas generaciones que se están formando.. de los que somos conscientes del proceso depende su formación... El nuevo México está por arrancar... ¿Cómo lo quieres?


Hasta la próxima.

lunes, 16 de agosto de 2010

Carta no. 2



Hola Jesé & Ceci.

Espero se encuentren bien. Estos días que han pasado y sobre todo el día de hoy, han estado cargados de innumerables acontecimientos sociales, políticos y sobre todo polémicos en todos los ámbitos. Tal vez cuándo ustedes estén más grandes muchas cosas serán normales. Pero es bueno que tengan ya desde ahora presente lo que se ha estado construyendo en nuestra sociedad mexicana.

Estamos a justo a un mes de conmemorar los 200 años de la independencia de nuestro país. Y la pregunta básica es ¿qué somo hoy que antes no eramos? ¿en qué hemos avanzado y en qué nos hemos quedado estancados?. Hay muchas cosas que responderían a estás cuestiones. Pero hoy pasó algo importante en la capital del país, que en su medida ya ha repercutido en cada rincón de nuestro bella nación.

Y es que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha avalado la forma constitucional en que dos personas del mismo sexo, pueden adoptar a personas y así formar una familia. ¿Por qué esto es importante? Por varias cosas, primero porque se deconstruyen conceptos rígidos, que unos cuantos o una línea ideológica tenían prisionera. El concepto de matrimonio, se lo apropiaron y no lo dejaron modificarse. En este entorno gira mucha polémica; sin embargo, más allá de lo que unos cuantos establezcan, el día de hoy 16 de agosto del 2010, el concepto de familia se ha modificado.

Para algunos esto es el inicio del fin del mundo, pues creen que la Ciudad de México, será la representación de Sodoma y Gomorra en el siglo XXI; pero fuera de creencias y tabues religiosos, es importante hacer notar que el Estado como gobierno, ha logrado avanzar en uno de los muchos derechos que la libre nación debe tener. Mucha gente se centra en los adultos que formarán estás familias; pero yo los invitó mis estimados pupilos, a qué lo veámos de otra perspectiva.

En muchas familias, (por no generalizar) muchos niños y niñas, son criados por tíos y tías de preferencia homosexual, por los motivos que sean; ya sea porque la hermana es mamá soltera, porque el papá enviudo y tiene que trabajar, porque murieron sus papás, etc. Estos niños al ser desprotegidos, tienen el cariño, compresión y apoyo inclusive económico de sus familiares; sin embargo carecían hasta el día de hoy de derechos de parte del Estado por no estar registrados como familia.

Con está ley, estós casos serán reconocidos en su totalidad; y estos niños y niñas, tendrán derecho a muchas cosas que antes no tenían. Se les protege su integridad ante las leyes. Creo que esto es lo más rescatable.

Recordemos que por exisitir está ley, no todo miembro de la comunidad LGTB está obligado a adoptar, ni que todo niño pueda ser adoptado; pasará por un camino aún de selección profesional.

Ahora los invito a que hagamos reflexión de la otra cara del caso. Los sectores que estén en contra; la verdad es que no sé si ustedes cuando sean conscientes de está carta que posturan tengan. Es importante que ustedes asuman una postura, la que mejor les parezca y les convenga.
En México no es novedad la Iglesia Católica tiene restringido el comportamiento de muchos de sus feligreses. No toda la iglesia y sus valores son malos, al contrario quien los viven con coherencia y lealtad es digno de ser aplaudido. Pero, hay algo que los clérigos y algunos de sus fieles no han comprendido.

La elección de la Fe, es personal y se comparte con personas que similarmente han abrazado esa creencia. Pero la Fe, ya no se impone como en la Edad Media. La Fe es libre, y si quisieran que la sociedad siguiera esa Fe, pues hay varias cosas que deberían empezar hacer esas personas antes de criticar a los demás. Como ejemplo les comparto dos cosas, de entrada deben respetar el Estado como gobierno, no somos ni teocracia ni Estado confesional. Segundo, se escandalizan de otras religiones que tienen un comportamiento exagerado y radical, y no se percatan de que ahora en la provincia de Guanajuato un gobierno católico tiene condenada a más de 19 mujeres por injusticias machistas; ó el caso de Jalisco, donde un gobierno católico, hace con los derechos de sus ciudadanos lo que quiere. Si bien, siguen la ley que ellos profesan, habrá que recordarles varios preceptos evángelicos que se los han pasado por el arco del triunfo.

Para despedirme de ustedes, solo quiero decirles, que la Fe de una religión en primer lugar debe ser elegida libremente por el sujeto, bajo el buen ejemplo de alguien. La Fe, no se impone, se asume y se vive en coherencia. Las leyes del Estado son para proteger el bien común, no para imponer. La adopción de hijos e hijas de parte matrimonios entre personas del mismo sexo, es una propuesta libre para quién la desee. Espero que años después aprendamos a respetarnos y tolerarnos como sociedad.

La degradación moral no viene del Estado civil del ciudadano, sino del corazón y del pensamiento del hombre.

Hasta la próxima.

lunes, 9 de agosto de 2010

Ojo por ojo, diente por diente.


Lo ocurrido en días pasados en la delegación Milpa Alta nos deja entrever varias cosas de la vida social y del comportamiento del ser humano. El posible y segundo fallo de intento de linchamiento en esa demarcación política del Distrito Federal nos deja mucho que reflexionar.

Primero que nada nos muestra la degradación social de convivencia que se vive en las zonas marginadas de la gran urbe latinoamericana. Milpa Alta pese a que esta incorporada a la zona metropolitana de la Ciudad de México aún dista mucho de que la urbanidad vóraz forme parte de sus entorno, sin embargo, los comportamientos de la gran ciudad ya forman parte del día a día de la última delegación al sur del Distrito Federal.

La importancia de centrar la atención y la seguridad en los espacios públicos, considerados 'lejanos' es de suma importancia; dado que es zona propicia para que las bandas delictivas operen. ¿Qué paso en Milpa Alta este fin de semana? Dos asaltantes de transporte público logragon llevar a cabo un atraco con un taxista. Pese a la lenta prontitud de los cuerpo policiacos, el pueblo mismo en manos del sector de transportistas decide tomar justicia por su propia mano.

Esto no es novedad en Milpa Alta ni en otras zonas de la capital. Ante la falta de eficacia de las corporaciones policíacas la población decide marcar la pauta de la justicia. Esta situación nos lleva a otro problema, dado que al darle el poder de facto a la población para ajusticiar a un ladrón sin pasar por un cuerpo colegiado elegido y avalado por la mayoría de la sociedad, nos enfrenta a la dura realidad de lo que algunos antropólogos y psicólogos, denominarían barbarie humana.
Aunque en éste artículo no se trata de culpar a unos y otros, si es importante que cada quien reconozca y asuma en la medida de su rol social, la responsabilidad que le corresponde.

El hecho de que las autoridades judiciales no cumplan en el perfecto rol de su trabajo nos revela una crisis fatal de lo que sucede al interior de las Instituciones. Por lógica ante una falta de seguridad en los cuerpos de seguridad, la población se ve llevado en la necesidad de buscar soluciones a la seguridad. No por nada en los últimos 4 años el número de agencias de policías y guardias de seguridad privada aumento el doble. Ante la falta de policías y de cuerpos policíacos honestos, la población toma decisiones. Y en una de esa toma de decisiones es la justicia de la propia de la gente.

Pero, ¿cómo confiar en que un ladrón se regenerará con el castigo de las instituciones? En esos mismo días, en Tlanepantla -municipio conurbado al Distrito Federal, un asaltante de transporte público atraco un camión, matando a una bebé de 4 meses e hiriendo a una adolescente de 15 años. El delincuente fue detenido, pero su delito tiene salida bajo fianza. No sabemos sí la persona tenga la suficiente cantidad de dinero para salir libre bajo fianza; pero suponiendo que lo tenga, ¿quién nos asegura que no volverá a cometer otro tipo de atracos? Ó peor aún, saber que desde dentro de la cárcel mientras cumple su condena podrá extorsionar a otros ciudadanos; o en el más crítico de los casos; que el director de la penal, le otorgué el permiso para salir a cumplir sus atracos como sucedió en el CERESO de Gómez Palacio, en el norteño estado de Durango.

Estás situaciones nos deben poner en alerta como ciudadanos. No creo en la seguridad privada, porque esto pone en desventaja a quien tiene posibilidades de quien no las tiene; y nos lleva a tiempos de la ley de la selva, dónde el más fuerte es el que sobrevive. Creo en las instituciones pero ¿cómo tener miembros de policías que sean honestos y qué la población les tenga confianza? Creo que es el gran reto de nosotros como sociedad, que debemos formar nosotros a nuestros policías; aunque esto nos remita al viejo dilema del huevo y la gallina ¿quién educa a la sociedad? En fin, el reto está a la orden del día.

Siempre evitando caer en la barbarie que nos denigre como ser humano.

Hasta la próxima.

El miedo al Otro, base para las políticas de seguridad internacional.


Lo extraño, lo desconocido y lo no que me parece común se torna hostil, agresivo y ligero en las relaciones de convivencia. Mi espacio personal, físico, moral y hasta espiritual se ve en peligro de transformarse y de violentarse ante la presencia de lo que para mí no es y no debe ser ‘normal’.

Esta realidad nos hace en lo general como en lo particular emular acciones de defensa, de rechazo y de exclusión. El ser humano a lo largo de su historia siempre ha tenido comportamientos individuales de ésta índole; ratificados en la consciencia colectiva logra crear reglas y normatividades que tratan de responder a sus intereses.

Las relaciones internacionales son complejas tanto como las relaciones sociales y humanas. En el sentido que los personajes y/o grupos que llegan a la esfera de la toma decisiones responde si bien a los intereses de la nación, también responden y se mueven bajo preceptos regulados por un valor ético colectivo.

Ahora bien, ¿qué es lo que hace que un Estado-nación a través de su aparato de gobierno lleve a cabo políticas de seguridad pública de local a lo internacional? Pueden explicarse diversos motivos, pero en la visión de éste internacionalista, considero que el miedo al Otro, sobre todo en su manifestación colectiva es un factor determinante para establecer todo un mecanismo de comportamiento en cuestiones de seguridad.

El discurso del ‘choque de las civilizaciones’ que maneja Huntington no es sino una forma declaratoria de cómo el ser humano trata de justificar bajo otros medios y discursos lo que en el fondo es la defensa justificada pero no aprobada de su temor hacia el Otro que no es como él.

Las políticas de seguridad internacional a grandes rasgos se mueven bajo la mecánica del miedo, que se puede expresar en rechazo, exclusión y porque no hasta una agresión –so pretexto de defensa. Así pues, vemos que hay en parámetros generales una intolerancia hacia las grandes hordas de desplazamiento ideológico, de valores y de personas en concreto.

El ya viejo discurso entre oriente y occidente ha desencadenado las más variadas y diversas formas de contener el vaivén de las ideas y personas que se mueven de un lado hacia otro. Luego entonces, tenemos organizaciones internacionales que fueron creadas para realizar un filtro de todo lo que se mueve de un lado hacia otro, tal es el caso de la OTAN, que en los últimos meses ha intensificado todo un despliegue de escudos antimisiles bajo el esquema de protección hemisférica.

Y esto no es para más, dado los acontecimientos bélicos del 11S en la zona cero de New York, y los percances de Madrid y Londres que van aunados a la invasión de EE.UU y sus aliados a Irak; además de la presencia de tropas extranjeras en Afganistán, no son sino los reflejos de todos unos mecanismo que tratan de contener y en algunos casos exterminar a el Otro.

Esto puede ser un ejemplo de un rasgo internacional, pero si lo trasladamos a formas regionales y locales, encontramos un sinfín de casos que se mueven bajo la misma lógica. Por ejemplo las bases militares de EE.UU en Colombia, la presencia de miles de militares yankees a lo largo de la frontera sur con México; el despliegue atroz de las fuerzas rusas en Chechenia, Abjasia y Osetia del Sur. El ya viejo conflicto entre Pyongyang y Seúl, entre Palestina e Israel y los muy variados conflictos locales del África subsahariana son el reflejo de la puesta en el terreno de lo público de acciones concretas en defensa propia, sin dejar de tomar en cuenta la agresión.

Ante todo esto que sucede en la gran aldea global, nos queda rescatar que el hombre por sí mismo, auspiciado por el colectivo es y siempre será complejo en su forma de actuar hacia aquello que le puede causar crisis. Pareciera que la premisa que emitió algún día Hobbes en su afirmación que el hombre es malo por naturaleza contrarresta la que aún en el cautiverio que provoco la persecución de los nazis se escribió en el diario de una adolescente, al decir, que a pesar de todo lo que pasa, aún sigo creyendo que el hombre es bueno en su interior.

Pero no se trata de volver al terreno de los valores y las escalas éticas, de saber que es bueno y que no es bueno. Creo más bien que las acciones que se toman en cuestiones de seguridad internacional responden a una falta de comprensión con el Otro. Khatami en su también famoso ‘dialogo entre las civilizaciones’ reconoce que las diferencias siempre existirán pero que estás no son motivo para la división de culturas, al contrario, son motivo de cohesión social en el plano internacional.

Retomando está idea, creo que al ser humano y a las sociedades locales, nos queda un gran camino por recorrer en el plano de la apertura, de la relación y de la comprensión hacia con los demás. Suena utópico escuchar que tendremos un mundo en paz y no habrá violencia, pero si bien yo dudo de este mandamiento, si creo que las medidas políticas, económicas y sociales de seguridad a nivel internacional pueden ser modificas en tanto cuanto los grupos que se aferran al poder de las tres esferas (político, social y económica) se muestren más abiertos y tolerantes.

Para construir una sociedad global sin miedo al creció en otra sociedad al que viene de otro lado, ocupamos (necesitamos) deconstruir (redefinir) esquemas que nos atan para luego construir una sociedad donde la humanidad se sienta libre de ser y de existir sin miedo en compañía del Otro.

jueves, 5 de agosto de 2010

Carta no. 1

Muy apreciado Jesé, 'El respeto al derecho ajeno es la paz' así lo decía un personaje ilustre de nuestra historia mexicana que posteriormente aprenderás de su vida en la escuela.

Sabes estos días he estado reflexionando un poco de lo complejo que ha sido el convivir con otros seres humanos. Y no se diga, más en una ciudad tan grande como lo es la Ciudad de México. El convivir con otras personas es una experiencia que todo ser humano realiza desde que nacemos; sin embargo es hasta cuando somos conscientes de lo que somos, que nos percatamos de lo que sucede en la relaciones.

Tal vez por el momento no te caiga el veinte, -como decimos vulgarmente; pero se que con el tiempo comprenderás que el realcionarte con otras personas no es tan lindo como se dice. A lo mejor esa discrepancia puede ser la razón por la cual los hombres se agrupan en comunidades pequeñas catalogándese de una u otra forma.

Estas relaciones además de interesantes tienen una particularidad que hace todavía más interesante el asunto. Cuándo se le agrega el factor amor. Que logicamente va implicado con pasión, sexualidad, condescendencia y porque no hasta un poco de diversión. La loca pandemia del amor, que hasta la fecha nadie sabe que cosa es, pero si que efectos tiene en quién lo padece; es un estudio de caso que amerita todo un tratado de las más variadas formas de manifestación.

Hace un par de días volví a conocer a una persona, ya te imaginarás de esas que siempre andan deambulando por los bares y antros en busqueda de una persona que pueda satisfacer sus necesidades y no me refiero solo a las físico sexuales, sino a las del corazón. Debo de admitir que cada vez que conozco a una persona en alguno de esos lugares no logro quitarme el prejuicio de no creerle tanto, tal vez so pretexto de volverla a ver, oírla y porque no sentirla.

Y aquí es donde siempre inicia y/o termina un capítulo más de mi historia. En está primera carta no quisiera ahondarte de todo lo que me pasa, ni aburrirte o emocionarte con esas historias románticas que luego suelen caracterizarme; pero si quisiera que tomarás en cuenta que ésta será la primera de todas mis experiencias que te contaré carta tras carta.

Lo que te puedo decir, y empezaremos con esto, es que la mitad de la satisfacción personal que tiene el ser humano se basa en las relaciones interpersonales. Si puediera comparar en un porcentaje, te aseguraríaque el 60% de nuestro estado de animo, depende de las amistades, familia ó pareja que tenemos, un 20% del proceso espiritual y un 20% del proceso individual y mental. Así es como yo considero que todo esto influye en nuestro estado de bienestar y satisfacción. No sé a ciencia cierta si esto sea lo correcto establecido por los psicólogos o los psicoanalistas, pero en realidad no me interesa ni me importa, dado que todo esto está basado en mí experiencias.

Así pues, espero que tengas a bien considerar la importancia que tienen las relaciones humanas en nuestra estabilidad emocional. Por eso procura, mi amado Jesé que todas tus relaciones sean siempre acordes a lo que tú sientes y piensas, pero mantente siempre en constante equilibrio con tu yo interior y espiritual, sin dejar de tomar en cuenta el respeto escencial en lo que eres, lo que quieres y lo que te proponen. Respeta siempre a quien piense diferente a ti, pero jamás dejés que alguien te domine y te imponga lo que desean.


Hasta la próxima...
Con afecto y cariño.
Javier Suresh

martes, 3 de agosto de 2010

Yo en el 'Anuncio clasificado' de Hoy.

¿Alguna vez te has hecho publicidad en un anuncio clasificado? Si no lo has hecho y lo tuvieras que hacer, ¿Por qué lo harías?.

Hombre, 27 años. 1.81 de estatura, complexión delgada, 74 kgs de peso, profesionista, atractivo, busca un corazón que desee vivir el resto de la vida conmigo.

Parecerá algo cursi, sin embargo, el ser humano de una o de otra manera siempre se anuncia. Tal vez no todos en el clasificado de un periódico o revista, pero si en el clasificado de la vida diaria; en cada momento nos anunciamos, lo que hacemos, lo que deseamos y lo que realmente somos.

Es parte en nuestras relaciones humanas utilizar la mercadotecnia de la sociabilización, con fines personales de lucro. La carencia de protección física, sentimental y hasta espiritual de la que todos tenemos al nacer, al ir adquiriendo la habilidad de utilizar el razonamiento personal y colectivo; nos hace promovernos en un mercado que satisface nuestras carencias y compensa nuestros esfuerzos.

Así estemos en el hogar, en la escuela, trabajo o incluso en la iglesia, nos anunciamos; mercantil y capitalistamente pudieramos decir que nos anunciamos. En palabras de una cantaten popular mexicana, nos vendemos al mejor postor. Lo interesante de la acción de anunciarnos es ser conscientes de lo que buscamos y de lo que realmente obtenemos.

En el mercado de las relaciones humanas, no siempre se obtiene lo que uno desea, dado que también el Otro ocupa vender su mejor cualidad, ocultando tal vez su talón de aquiles.
Por eso en al escuela de la vida una de las cosas que uno tiene que aprender y perfeccionar es, a manejar las mejores estrategias de venta; arriesgándose incluso a perder la inversión hecha.

Dime que anuncias y sabré de lo que careces !!!
Hasta la próxima...

Javier Suresh.