sábado, 24 de abril de 2010

Coincidencia o no, los números están a la discusión.

Después del famoso encuentro de las dos culturas, y de la imposición de una sobre la otra; la 'nueva tierra' descubierta se convirtió y se subyugó bajo una ideología común. La divinidad monoteísta de un solo Dios. Durante trescientos años la sociedad fue adquiriendo costumbres y patrones comunes de conducta. A pesar de que la corona cedió su confianza del trono al presidente, el pueblo jamás cedió su confianza a otro que no fueran los señores de las faldas largas.

Con la imposición del la espada, llegó la imposición de la cruz. México doblego su fe individual y social a un Dios que era representado por longevos señores de mitras rebosantes de joyas. Así pues el catolicismo se enraízo en la sociedad mexicana.

Algunos lugares eran más propensos a la manifestación católica que otros en el largo territorio de la nación mexicana. De éstas regiones, el occidente del país pareció con agrado albergar la tradición y el conservadurismo que provenía de la Europa medieval. Faldas largas, paños en las cabezas, actos de piedad constante y familias numerosas era sinónimo de la gracia y don que podía recibir un simple fiel de parte de Dios.

Así, durante mucho tiempo y hasta la fecha ésta zona del país se transformó en cuna de un movimiento pro institucional, con una característica doble, es decir, por un lado escudan la familia como institución, que es velada por la iglesia católica, mientras que por otro lado la iglesia católica es velada por la familia. Luego entonces, se crea una simbiosis característica del sistema social mexicano.

Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Aguascalientes se han convertido en provincias que albergan el mayor número de católicos en el país. Con el catolicismo viene implícito la tradición y los valores que duramente pueden modificarse u adaptarse a la actualidad, es decir, se resisten a las nuevas formas de concebir las instituciones y de amoldarse los nuevo modus vivendi que se presentan.

Éste modo de ver y de vivir la vida, ha creado otro tipo de costumbres y de comportamientos individuales y sociales. El discurso colectivo de la institución condiciona, pero no determina el actuar del sujeto. Y es de ésta manera que ése comportamiento se puede entender como una doble forma de ser; en términos coloquiales, se habla de una doble vida; para la ética social e individual se habla de una doble moral; sin que ni una ni otra tenga sentido peyorativo, pero lo que si es cierto es que una si puede condicionar a la otra.

La región de los Altos de Jalisco y la ciudad receptora de personas de ésta región, que a su vez es capital del estado, la gran perla tapatía; se han colocado como los escenarios idóneos para llevar éste estilo de vida a flor de piel. El doble comportamiento -aclaro, sin sentidos peyorativos- parece sobresalir en un grupo social en particular, los hombres.

El machismo imperante en la región occidental, en la cultura mexicana y de manera presencial en el catolicismo familiar, ha creado personas que se ven orilladas a vivir un deseo 'no aceptado' por dichas instituciones. El machismo mexicano, jalisciense y católico se ha convertido en la máscara del homosexual que no le permiten ser, que no debe existir.
Luego entonces, se maneja una doble forma de comportarse. En Jalisco, y de manera particular en su zona metropolitana, la vida del macho jalisciense y no jalisciense se convierte en el espacio idóneo para vivir su homosexualidad a plena luz lunar.

Al final de la jornada, cuándo se oculta el sol; la luna y las estrellas dan paso a las más peculiares manifestaciones del comportamiento masculino y femenino.
El título de éste artículo lo nombré 'Coincidencia o no, los números están a discusión' ¿Por qué? Jalisco es el estado número 14 en la lista a nivel nacional, mientras que Guadalajara es el municipio número 41 del estado de Jalisco.

Sí bien es cierto que el número 41 nos evoca a recordar esa anécdota en donde el yerno de Don Porfirio Díaz, Ignacio de la Torreo y Mier, se reunía amenamente con sus amigos en un lugar clandestino de la capital mexicana, para manifestar junto con otros amigos su homosexualidad y travestimo oculto; ese número se les adjudica a el famoso caso del Club del 41. Ya posteriormente la vox populi y la tradición mexicana han dado paso a que éste número sea temido por el hombre macho tradicionalista, aunque en el fondo 365 días del año lo tenga que vivir.

Jugar con los números y encontrarles significado, puede llevarte a realizar una reflexión social. Coincidencia o no, el 14 invertido será 41; lo que de día se es en el fondo de uno mismo, de noche se vive a flor de piel.

Para alguien foráneo a la región occidente o jalisciense, ó tal vez ajeno a dicha forma de comportamiento, suele ser confuso, sin embargo, durante décadas para los jaliscienses está forma de vida es de lo más normal. Tan normal que no tiene ya más escándalos en la sociedad.

Vayan pues de día al campo, a la cantina y porque no a la misa que de noche el cuarto más íntimo de la pasión les espera.

Hasta la próxima.

jueves, 8 de abril de 2010

Piernas caras, cerebros baratos.

En los diarios que circulan diariamente por la república mexicana, encontramos noticias de todo tipo de índole, entre las que más destacan los recalcitrantes discursos de los políticos; las vidas íntimas de los faranduleros, las cabezas y cuerpos destrozados de la sección policíaca y el fútbol mexicano.

Está vez, quiero escribir en torno a este deporte tan irresistible para la mayoría de los mexicanos; capaz de llegar a mover una acalorada cáfila de palurdos, detrás de un grupo de hombres corriendo por un bola de cuero sintético.

El fútbol en México se ha llegado a arraigar a tal intensidad en tan poco tiempo, que se puede decir que detrás de un mexicano en el extranjero, encontrarás dentro de sus recuerdos, una playera o algún símbolo de algún equipo de fútbol nacional ó en su defecto la camiseta de la selección.

Creo que el deporte más comercial a nivel mundial, se ha vuelto eso, un comercio; que puede lograr que personas de otros países emigren a otro lugar para vivir el sueño futbolero -como lo es en el caso de muchos sudamericanos que juegan en México. Y lo mismo sucede con los mexicanos que sueñan con jugar en otros lugares.
El deporte del fútbol como la persona que lo practica, no peca de retrograda en la sociedad en general. Pero, si la sociedad peca de retrograda al girar su bienestar social en torno a un derecho que es monopolizado por el consumismo efervescente.

¿Por qué una sociedad con tanta diversidad y potencialidad de individuos, suele tornarse en pos de un único medio para superarse de su realidad? ¿Por qué el Estado como garante del bienestar social y del desarrollo comunitario, no establece un límite a los poderes fácticos que comercializan con éste deporte? ¿Será acaso que ellos también reciben beneficios del control de mental de la población? Parece ser cierto. Crear estadios y complejos deportivos (que es loable, para cualquier gobierno), con el fin de devolver promesas electorales, no hace sino solo expander está cangrena de ignorancia social.

En nuestro país, así como en nuestra sociedad latinoamericana, pareciera que a las elites que ostentan el poder, les conviene tener una sociedad enrolada en un tema particular. Ahora habló del fútbol soccer en particular, pero también lo puede ser la vida privada de alguna figura pública, o el acontecimiento morboso de alguna familia pudiente vinculada con algún político. O porque no, incluso animales mágicos agrediendo algún sector productivo, o la aventura de marineros en aguas tormentosas. Pero mientras sean peras ó manzanas, como dice el dicho popular, lo cierto es que estamos inmersos en una pasividad social, que lo único que importa es divertirnos en tiempo express y sin complicaciones sociales.

¿Cómo mejorar está situación desvirtuada de recreación social? La tarea está en la misma sociedad, en el individuo que la conforma. Los poderes fácticos -comerciales- controlados por los mass media, difícilmente lucharán por la causa social. El Estado, puede actuar, pero su actuar se ve limitado a su entorno. Así pues, solo la sociedad, que recae en los individuos, puede cambiarse así mismo este pensamiento. Creando esa consciencia de ver el fútbol como un medio de esparcimiento y recreación, y no como un fin único de modus vivendi.
Como sociedad deberíamos así apostarle más a tener cerebros que se coticen a un mejor precio y no piernas que sean caras para otras sociedades.

Ó ¿Usted que opina?
Hasta la próxima.

P.D. Tan es cierto, que este tipo de blogs como muchos otros que nos dedicamos al despertar social, tiene menos entradas diarias, que los blogs de noticias deportivas, cada domingo por la noche o lunes en la mañana.

sábado, 3 de abril de 2010

Las ideas que vinieron del norte.

A miles de kilómetros de la enorme Ciudad de México en dirección hacia el polo norte, se extienden las grandes llanuras desérticas. Inmensos pedazos de tierra que en un primer momento aparecen hinóspitas, esconde el esfuerzo, empeño y sudor de gente que ha forjado de los desiertos paraísos de vida abundante. Ahí en esas vastas extensiones cubiertas de arena y roca árida, se forjaron hombres y mujeres de gran valentía, personas capaces de llegar a un entendimiento por el bien común.

Familias pobres y ricas, numerosas o pequeñas, que fueron y han sido forjadas bajo el duro sol del desierto mexicano. Olvidados por el centralismo de la capital y de sus alrededores, éstos hombres y mujeres fueron previendo el México que se había olvidado en el pasado y el que se negaba construir al futuro. Venir del norte es toparse con gente -para muchos- áspera, tosca, ruda y fría; sin embargo, la gente que viene del norte, es cálida, amable y hospitalaria. Gente que se esfuerza día a día en llevar el pan que debe comer a su mesa. Así es la gente del norte, entrona, luchona, capaz de decidir que cuándo no le gusta algo, lo cambia porque lo cambia.

A inicios del siglo XX un grupo de hombres y mujeres bajaron del norte con una idea clara, establecer la democracia y todo lo que esto implique. Así pues, el movimiento de Madero, Villa, Carranza y Obregón, vino a cambiar aquello que el ya débil régimen de Díaz no podría contener. Éstas ideas que vinieron de las tierras áridas tenía un sólo fin, crear conciencia del valor que como mexicanos -es decir, sujetos únicos- merecemos.

La democracia maderista abre paso a un camino largo y sinuoso donde se le anexará la justicia social villista, al orden obregonista y la institucionalización carrancista. Coahuila, Chihuahua y Sonora se convierten en generadores de ideas que fuerzan a la más dura montaña a desvanecerse.

Pero no solo fueron éstos personajes los que movieron grandes masas de humanos bajo los ideales revolucionarios. Atrás de ellos, cubriendo la retaguardia de cada triunfo ó derrota estaban esas mujeres anónimas. Mujeres fieles al soldado que lucha por su patria. Aquellas llamadas por el pueblo como las soldaderas ó adelitas. Así pues se elogian nombres como el de Jesusita, Juana Gallo, Petra Herrera y porque no la Adelita.
Dignas representantes del ideal revolucionario, la democracia justa que se convierte en Ley para todos y todas.

Éstas son pues las ideas que vinieron del norte, democracia, justicia social y orden civil, bajo las Instituciones Nacionales. Ideas que a lo largo del tiempo se han concretizado y que debemos de seguir defendiendo, a 100 años de éste movimiento no cabe mas que decir...

Que sí Adelita se fuera con otro la seguiría por tierra y por mar....
¡Viva la Revolución!

Hasta la próxima.


viernes, 2 de abril de 2010

Los mexicos del México.

De la perla del pacífico a la blanca Mérida; de la sultana del norte a la perla tapatía, y de la templada Tijuana a la calurosa Tapachula; México está compuesto por 32 entidades federativas, algunas regiones compartidas por éstas y por 63 pueblos autóctonos. Se puede decir que hay muchos mexicos en uno solo.

La diversidad cultural de nuestro país es representada por cuestiones generales, sin embargo el visitante que se adentra a cada pueblo de nuestro territorio, se topará con la diversidad de su gente. Muestra de eso lo podemos observar en su folklore.

La comida, los olores, los paisajes y las sensaciones corporales se ven seducidas por las originalidades de aquellos que poblaron desde un inicio ésta tierra. La originalidad de los pueblos precolombinos, la aportación de los ibéricos renacentistas y la consolidación de los nuevos mexicas ha dado en más de 200 años una particularidad a nuestro pueblo.

La expresión artística -especialmente la corpórea- refleja ese entretejido de lo que ya estaba con lo que había llegado. El latir del corazón humano, declara que nuestro México tiene Vida en cada rincón de su espacio físico y metafísico.
Al son del violín, del arpa, de la marimba ó del acordeón, los Estados Unidos Mexicanos revelan la pasión por quién se vive.

México es pues un mosaico compuesto por cada humano que lo habita. Si cada uno de ellos dejáse de extinguir su pasión, la Obra Maestra que ha creado la Vida perdería su esencia.
A 200 años México es un telar tejido de lucha, esfuerzo, pasión, coraje y porque no alegría, de sentirse herederos y centinelas de lo que se nos ha dejado.

Hasta la próxima.